A través del cuerpo

Nuestros abuelos decían que el cuerpo es un libro, en la espalda podemos leer lo que necesitamos en cada momento.
Y es allí donde guardamos todo; todo lo que hemos vivido, pensado, sentido, soñado y deseado, estando aún un poco dormidos.
Poco a poco, con las experiencias, enfermedades y dolencias todos esos recuerdos se van liberando; sin embargo, gracias a la sabiduría de nuestros ancestros podemos realizar ese trabajo con mayor consciencia y rapidez.